Hablemos de sexualidad y pareja con Andrea

El día que publiqué la entrevista con Ginebra recibí un mensaje privado de Andrea, una chica autista de 23 años , diciéndome que ella también quería dar su opinión sobre temas de sexualidad y pareja. Yo feliz porque uno de los objetivos de esta sección del blog de SexTEA es precisamente dar voz a las personas autistas, que ellas tomen la palabra sobre estos temas en los que pocas veces se les pide opinión. 

Para romper el hielo siempre les hago estas primeras preguntas «¿Cuáles son tus aficiones? ¿Qué te encanta hacer?». En esta ocasión, en la portada de la entrevista, he intentado reflejar aquello que le gusta a Andrea. Me dijo que le encantaban las ciencias (menos las mates), la música, componer canciones, Eurovisión, escribir historias, leer artículos sobre feminismo y el cambio climático, los peluches, los animales (menos los insectos), el cine, cantar, bailar, apoyar al colectivo LGTBIQA+, visibilizar la neurodiversidad y la discapacidad.

Ella se define como una chica autista con discapacidad física, asexual , arromántica y de género no conforme. Dice que cualquier pronombre le va bien y que nunca tuvo preferencia sobre el género ni los pronombres.

Andrea prefirió enviarme la entrevista escrita y tengo que confesar que cuando recibí sus respuestas me quedé paralizada incluso tuve dudas en publicarla o no pero ella lo tenía claro. Si contaba lo que le había sucedido era para que chicas autistas no sufrieran los abusos sexuales que comenzó a tener a la corta edad de 13 años. Me comentó que con esa edad dos auxiliares a los que ella consideraba ¨amigos¨ comenzaron a meterle ideas tales que su cuerpo pertenecía al placer y a la palabra del hombre y si un hombre la quería tocar o hacer cualquier cosa, aunque ella no quisiera, podía hacerlo porque era una mujer y las mujeres tenían que satisfacer sexualmente al hombre. ¡Tremendo!  Todavía me cuesta reproducir esto que me contó Andrea, me angustia y me llena de rabia.

De los dos supuestos amigos uno de ellos fue el que abusó de ella sexualmente en más de 20 ocasiones. Dice que se aprovechó completamente de su discapacidad, del cargo que tenía y del desconocimiento sobre temas sexuales de ella y es que no fue hasta los 17 años cuando tuvo su primera clase de sexualidad donde dice que solo le hablaron de coito, posturas sexuales y de cómo hacerlo pero nada de temas tan importantes e imprescindibles como el consentimiento y los límites. 

Durante la formación les dijeron que levantaran la mano quienes sentían deseo y atracción sexual. Andrea no la levantó porque no sentía nada de eso, tampoco sabía bien qué era… Ese no levantar la mano hizo que sus compañeros/as se burlaran de ella. Recuerda llegar a casa y buscar en Google «¿Por qué no siento deseo ni atracción sexual?». Entonces le salió información sobre la asexualidad y cuando comenzó a leer sobre ello se dio cuenta que todo tenía sentido y que estaba en lo cierto ya que hay personas que efectivamente no sienten atracción sexual por otras personas. No obstante, fue algo que ocultó ya que sentía que estaba mal ser asexual y no quería que la hicieran bullying por ello.

Cuando tenía 20 años recuerda que les dieron una charla a las chicas sobre sexualidad femenina pero la experiencia tampoco fue buena. Afirma que había preferido que esa charla se la diera una mujer. Ella sintió que hablaba de las mujeres como objeto de placer y deseo sexual. Así que harta de la falta de información decidió ella proponer una charla y hablar de consentimiento a sus compañeras. ¡Olé por ella!

Ante mi pregunta «¿Crees que recibiste suficiente información sobre temas relacionados con la sexualidad?» Andrea lo tiene claro. Dice que no porque en las clases de sexualidad hacían entender y ver que todo era coito y posturas sexuales cuando tiene claro que no es así y que antes se debería hablar de consentimiento. Según ella, si no sabes sobre ello cómo vas a tener una buena relación, y no se refiere exclusivamente a lo sexual.

A ella le hubiera encantado saber más sobre sexualidad con menos edad y a través de apoyos visuales como pictogramas e historias sociales. Dice que si ella hubiera sabido que su cuerpo es suyo, que podía decir que no, que su cuerpo no era un objeto de placer para los hombres, tener conocimiento sobre lo que era un abuso, el consentimiento, también sobre diversidad sexual, pues seguramente podría haber evitado ser víctima de abusos por parte de un auxiliar.

No obstante a día de hoy, tras haber vivido esa horrible y traumática experiencia y haberse informado sobre el tema, podría identificar perfectamente situaciones de abuso. «Ahora se que mi cuerpo no es un objeto, que puedo consentir o no el acceso a él y que nunca debo hacer algo que no quiero» afirma segura.

Aquí me gustaría hacer un inciso y recordar algo que con frecuencia visibilizo en redes sociales porque me parece de suma importancia tener en cuenta. Más del 80% de los abusos sexuales los cometen personas cercanas a la víctima (familiares y conocidos).

Hablar de sexualidad en el entorno familiar es fundamental para reducir las posibilidades de abuso. Andrea afirma que en su familia nunca se habló de ello ni de relaciones. Solo sus compañeros de instituto hacían referencia a temas sexuales. Ella dice que eran tan explícitos que le daba incluso un poco de asco.

Respecto a las relaciones me contó que solamente recibía información sobre relaciones heterosexuales y que solo una vez un profesor le habló de forma natural de otro tipo de relaciones y le dijo que si ella no sentía atracción por otras personas estaba bien.

El bullying que sufrió por parte de sus compañeros desde los 5 años hasta los 21 años, sumado al abuso que sufrió con tan solo 13 años, ha hecho que Andrea tenga ansiedad al relacionarse con grupos de chicos y hombres adultos. Es por ello que prefiere pasar tiempo de ocio con personas de menor edad o con personas neurodivergentes porque se siente más segura y le resulta más fácil compartir intereses, no se siente juzgada, ni tiene que hacer un papel para encajar.

Afirma que nunca ha ligado y que le resulta muy complicado entender cuestiones relacionadas con el cortejo y enamoramiento. Dice que al tener dificultades en el lenguaje figurado , sexual y romántico, el hablar con desconocidos y también tener que entender las miradas, junto con el ser muy literal y no entender los dobles sentidos, hace que suba su nerviosismo. Es por ello que evita esos momentos tensos ya que afectan a su conducta.

Además de estas dificultades a la hora de relacionarse con otras personas se suma su hipersensibilidad táctil , visual, auditiva , gustativa y olfativa, lo que no le facilita un futuro posible contacto físico.

Pese a ello, Andrea es consciente de sus dificultades pero le gusta conocer gente. Para ello, me confiesa que alguna vez ha utilizado APP como Tinder y Badoo . Dice que en la primera de ellas no tuvo ningún problema ya que fueron simpáticos y respetuosos pero que en Badoo sintió que la mayoría de hombres la veían como un objeto sexual o su futura esposa y la discriminaron por varias cuestiones como su discapacidad , el autismo , su altura , su identidad, su orientación sexual, su orientación romántica , su tono de piel , su forma de hablar y gustos. Dice que tuvo que denunciar en la aplicación a más de uno por acoso.

Con respecto al enamoramiento, le pregunté si había estado alguna vez enamorada y me dijo que sí, que se había enamorado en 8 ocasiones. Las dos primeras afirma que no fueron correspondidas, que eran jóvenes neurotípicos.  Me comentó que identificaba si alguien le gusta porque percibía colores. El color rojo burdeos lo identifica con estar enamorada y el rosa intenso con estar emocionada. Dice que cuando lo ha experimentado ha sentido felicidad, como cuando escucha su canción favorita y en el estómago nota como si hubiera comido más de mil nuggets y chocolate.

Respecto al sexo dice que podría vivir sin él pero es verdad que muestra un deseo por ser madre en un futuro así que bromea diciendo que llegado el momento tendrá que hacerlo para conseguir su objetivo aunque, por el momento, no quiere tener pareja.

Para Andrea las tres cosas más importantes que tiene que tener una pareja son el respeto, la confianza y la honestidad. Creo que sin duda son tres ingredientes fundamentales para el buen funcionamiento de una relación.

Un tema que preocupa mucho a padres y madres últimamente es el acceso al porno y la falsa proyección que hacen de las relaciones. Andrea lo tiene claro y afirma que el porno hace que los jóvenes se piensen que lo que están viendo es verdad y que la violencia en el sexo se vea como algo normal y no es así. Está totalmente en contra de ello.

Para ir terminando la entrevista le pregunté «¿Qué consejo le darías a un adolescente autista respecto a su sexualidad?». Andrea contestó: «le diría que es válida y no es obligatorio que te guste el sexo. Que siempre tiene que hacer lo que le haga sentir bien y rechazar aquello con lo que no se sienta cómoda. Si alguien te dice cosas o te toca no es
tu culpa dile a alguien de confianza. También que ser gay , lesbiana , bisexual , asexual , demisexual, pansexual , alosexual o cualquier orientación sexual es válida y si tienes dudas no te las calles y pregunta a alguien cercano». 

Por último, le pregunte «¿Hay algo que no te haya preguntado que te gustaría contar?» a lo que contestó que le encanta SexTEA y que espera que con su testimonio pueda ayudar a muchas chicas.

¡Millones de gracias, Andrea! Tu testimonio es muy valioso💜.

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